Los planes de pensiones son productos de ahorro mediante los cuales, realizando aportaciones voluntarias, se garantizan ciertas prestaciones económicas al llegar a la edad de jubilación, complementarias a las que una persona pueda tener derecho por haber cotizado a un sistema público de previsión (en España, la Seguridad Social). En otros casos, también ligados al concepto de plan de pensiones, lo que se asegura es una determinada cantidad económica por llegar a una edad acordada, por alcanzar por enfermedad o accidente un estado de incapacidad permanente, de dependencia, o por fallecimiento.
Las prestaciones son el derecho económico de los beneficiarios de los planes de pensiones como resultado de la ocurrencia de una contingencia cubierta por estos. Pueden ser: en forma de capital, consistente en un único pago; en forma de renta, consistente en dos o más pagos sucesivos con periocidad regular; o mixtas, que combinen rentas de alquiler de cualquier tipo con un pago en forma de capital.
El fondo de ahorro donde se integran las aportaciones se llama fondo de pensiones.
En los planes de pensiones intervienen tres elementos principales:
En función de quien los promueven los planes de pensiones pueden ser:
La entidad financiera que tiene como misión exclusiva la administración del patrimonio integrado en el fondo de pensiones se denomina entidad gestora, y la entidad que custodia las aportaciones de los planes se denomina entidad depositaria.